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  Pelvis y Sistema Reproductor 7
 
  •  ORGANOS GENITALES EXTERNOS Masculinos

Escroto. El escroto o saco escrotal es un conjunto de envolturas que cubre y aloja a los testículos y vías excretoras fuera del abdomen. Esta zona de la piel tiene forma de saco o bolsa, está cubierta de vello de tipo genital y presenta características particulares que la diferencian de la que cubre al resto del organismo.

 

 

Sus capas, desde la más externa a la más interna, son:

  • Piel.

  • Dartos (muscular).

  • Fascia de Cooper.

  • Cremáster.

  • Túnica fibrosa.

  • Túnica vaginal del testículo (dos hojas).

Tiene siete capas, de las cuales dos son musculares. De estas dos últimas, la más superficial es el dartos y la más profunda el cremáster. La primera frunce la piel y la segunda eleva los testículos aproximándolos al abdomen. Estos músculos se contraen ante estímulos variados, sobre todo ante el frío. Los testículos están alojados fuera del abdomen porque requieren de una temperatura baja para lograr que los espermatozoides maduren adecuadamente. La piel del escroto es más sensible ante el frío y el calor que la de otras zonas del organismo. También proporciona la temperatura necesaria para el desarrollo de los espermatozoides.

Los testículos no están desde siempre en el escroto, estos se encuentran en el abdomen a los lados de la columna hasta los tres meses de vida, tiempo en el cual comienzan a migrar hasta el saco escrotal, a través del conducto inguinal, en este trayecto, los testículos arrastran fibras musculares y fascias lo que finalmente dará origen a las capas ya nombradas del escroto.

Irrigación. Drenaje. Inervación. La parte anterior del escroto recibe sangre de las arterias pudendas externas, en tanto que la posterior la recibe de las ramas escrotales de la arteria pudenda interna. Las venas acompañan a las arterias. Los vasos linfáticos son especialmente numerosos en el escroto y drenan hacia los ganglios inguinales superficiales. La parte anterior del escroto está inervada por el nervio abdominogenital menor y por la rama genital del genitocrural. La parte posterior lo esta por las ramas escrotales externa e interna del nervio perineal y por la rama perineal del nervio femorocutáneo posterior.





Pene.  El pene (del latín penis, que significa «cola») o falo (del  griego φαλλός, transliterado phallós) es el órgano copulador masculino, que interviene, además, en la excreción urinaria.

El pene humano alcanza su estado erecto llenándose de sangre, por lo cual carece de báculo, un hueso que se encuentra en el pene de muchas especies de mamíferos y cuya función es la de hacer posible la erección. En el ser humano, el pene no puede retirarse dentro de la ingle y es más largo que el promedio del reino animal, en proporción a la masa corporal.

En el desarrollo embrionario, el órgano que en el embrión de sexo masculino se convertirá en el pene es el equivalente al órgano que en el sexo femenino se convertirá en el clítoris. Y, en aquellos casos en los que se presenta alguna malformación durante dicho desarrollo, es posible que el bebé nazca en alguno de los llamados estados intersexuales, es decir, en etapas intermedias del desarrollo del pene o del clítoris, y es por ello que algunos individuos presentan, en la edad adulta e independientemente del sexo determinado por la concentración de las hormonas en la sangre, un pene demasiado pequeño o, por el contrario, un clítoris excesivamente grande.

El pene humano está conformado por tres columnas de tejido eréctil: dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso. Los primeros se encuentran uno al lado del otro en la parte superior del pene, mientras que el último se ubica en la parte inferior.

El glande, una zona muy sensible, constituye el final del cuerpo esponjoso y la parte más ancha del mismo. Tiene forma de cono y está recubierto por un pliegue de piel suelta, el prepucio, que puede ser retirado hacia atrás, para dejar el glande expuesto, o puede incluso eliminarse a través de una sencilla intervención quirúrgica (la circuncisión, muy útil en casos de fimosis o de parafimosis). El área de la parte inferior del pene de donde se sujeta el prepucio se llama frenillo.

La uretra es una vía común para el paso de la orina y del semen, atraviesa el cuerpo esponjoso y termina en un orificio conocido con el nombre de meato urinario, el cual se encuentra en el extremo del glande. El esperma (hasta ese punto aún no se denomina semen) es producido en los testículos y almacenado en el epidídimo. Durante la eyaculación, el esperma es propulsado hacia los vasos deferentes. Los fluidos son agregados por las vesículas seminales. Los vasos deferentes desembocan en los conductos eyaculaciones, los cuales se unen a la uretra dentro de la próstata. Ésta última y las glándulas bulbouretrales (también conocidas con el nombre deglándulas de Cowper) adhieren secreciones y, por último, el semen es expulsado a través del orificio del pene.

La eyaculación de semen ocurre cuando el varón alcanza el orgasmo, el cual puede ser el resultado de un coito, de una masturbación, de una felación o de los sueños húmedos. Estos últimos, también llamados emisiones o poluciones nocturnas, son eyaculaciones que se producen de manera involuntaria durante el sueño. Sin embargo, se puede dar orgasmo sin eyaculación (orgasmo seco, por ejemplo, durante el sexo tántrico, el cual permite multiorgasmos en una sola copulación) y eyaculación sin orgasmo.

Se conoce como erección al estado en el que el pene se vuelve rígido y aumenta de tamaño, debido a que su tejido interno (cuerpos cavernosos) se llena de sangre. Las erecciones suelen ser consecuencia de la excitación sexual, aunque también se presenta en ocasiones en las que no existe estimulación táctil ni psicológica. El mecanismo primario que hace posible una erección es la dilatación de las arterias que suministran sangre al pene, las cuales permiten de esta manera el paso de más sangre para llenar el tejido esponjoso y eréctil de las tres cámaras internas, causando aumento en el tamaño del pene y rigidez en el mismo.

El tejido eréctil, ya ensanchado, presiona las venas, impidiéndoles llevarse demasiada sangre. Es mayor la cantidad de líquido que entra al pene que la que sale del mismo, hasta que se alcanza un equilibrio, en el que fluye el mismo volumen de sangre a través de las arterias dilatadas que a través de las venas comprimidas. Por ello, el tamaño definitivo en erección del pene no se alcanza sino hasta que se llega a dicho equilibrio.

Aunque los resultados varían en cada estudio, se cree que el tamaño del pene erecto es, en promedio, de aproximadamente 14,5 cm de longitud y de aproximadamente 12,7 cm de circunferencia.vDe acuerdo con una encuesta realizada con un grupo de 1.500 varones cuyo resultado indicaba que el tamaño del pene promedio era de 15 cm de largo por 12,7 cm de circunferencia, la longitud más común era de 14,6 cm y el 78% de los varones tienen penes erectos de 13,3 a 17,1 cm. La misma encuesta revelaba que 13,3 cm era la circunferencia más común, y que en el 78,4% de los casos los varones presentaban una erección de 12,1 a 14 cm.

En otros estudios los resultados confirmaron que el tamaño medio del pene en el mundo es de 14 cm, siendo ésta la media española. La mayor media la tiene Francia, con 16 cm. En Italia la medida media es 15 cm y en Alemania de 14,4 cm. En Estados Unidos el promedio es de 12,9 cm, mientras que en Venezuela es 12,7 cm y en Brasil de 12,4 cm. Las medias más pequeñas se encontraron en India (10,2 cm) y en Corea del Sur (9,6 cm).
El pene erecto se mide por encima del tronco del pene, apoyando la regla contra la sínfisis del pubis lo que permite una medición más precisa. El varón obeso debe empujar el vientre hacia adentro, hasta lograr que la regla apoye contra el hueso pubiano.
Irrigación. Drenaje. Inervación. La arteria del bulbo del cuerpo esponjoso pasa a través del tejido eréctil de éste, y luego continúa por el del cuerpo esponjoso. La arteria profunda del pene, después de penetrar en la raíz del cuerpo cavernoso, da una rama que se dirige hacia atrás por dicha, raíz hasta su inserción ósea, luego atraviesa la raíz y el cuerpo mismo y proporciona la mayor parte de la sangre para el tejido eréctil de éste. La arteria dorsal del pene recorre el dorso de éste órgano, cubierta por la aponeurosis profunda, entre el nervio dorsal por fuera y la vena dorsal profunda por dentro. Sus ramas contribuyen al riego sanguíneo del tejido eréctil de los tres cuerpos y se anastomosan con ramas de la arteria profunda del pene y de la arteria del bulbo del cuerpo esponjoso. La arteria dorsal da la mayor parte del riesgo sanguíneo del glande. Las ramas pequeñas de las arterias que riegan el tejido eréctil llegan a él por las trabéculas. Muchas de ellas describen trayectos helicoidales, por los que se les llama arterias helicinas. Los capilares que se originan de ellas desembocan en los espacios cavernosos.

La vena dorsal profunda del pene, impar, recoge la mayor parte de la sangre del glande y el prepucio, y de los cuerpos esponjosos y cavernosos. En su trayecto se divide en venas izquierda y derecha, que desembocan en el plexo prostático. La sangre de la piel y el tejido subcutáneo llegan a la vena dorsal superficial, que la lleva hasta la vena safena interna.

Los vasos linfáticos de la piel y el prepucio drenan en los ganglios inguinales superficiales, mientras que los del glande lo hacen en los inguinales profundos y los ilíacos externos. 

El pene esta inervado por los nervios dorsales del pene, ramas de los pudendos internos, que se distribuyen principalmente por la piel, y en especial por el glande. Las ramas profundas de los nervios perineales, que penetran en el bulbo, continúan a través de él y del cuerpo esponjoso e inervan sobre todo a la uretra. El nervio abdominogenital menor, cuyas ramas se distribuyen por la piel máxima a la raíz; y los nervios cavernosos del pene, y luego continúan hacia delante, dentro de los cuerpos esponjoso y cavernoso. Muchas de las fibras autónomas de los nervios cavernosos se originan en los ganglios simpáticos lumbares, y algunas de ella se unen a los nervios dorsales. 


 

 

 

  • ORGANOS GENITALES EXTERNOS Femeninos.

Monte de Venus. Se conoce por monte de Venus a una almohadilla adiposa que descansa sobre la cara anterior de la sínfisis púbica de la mujerVenus es el nombre de una diosa de la mitología romana relacionada con el amor, belleza y fertilidad, por lo que es común llamar al monte de Venus, el monte del amor. Esta parte de la anatomía femenina ha estado presente a lo largo de la historia del arte, una muestra de ello se puede apreciar en las pinturas de varios artistas renacentistas. Además del vello pubiano, el monte de Venus está provista de glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas.
En la mayoría de las mujeres, el monte de Venus tiene una forma triangular invertida, situada en una zona adiposa. Es un acolchado velloso; los vellos pubianos son más cortos que en el hombre, suelen ser más ensortijado y se disponen en forma de triángulo, con la base sobre el monte de Venus relacionado con el 
hipogastrio abdominal y el vértice inferior termina en los labios mayores. Los vellos pubianos aparecen en la mujer a inicios de la pubertad, y ya en la adolescencia recubren totalmente al monte de Venus.



Labios Mayores y Menores. En el aparato reproductor femenino, los labios (Commissures) son pliegues salientes que bordean la vulva y forman parte de las estructuras de los genitales externos de la mujer humana. En número de cuatro, dos en cada lado de la vulva, los más externos son llamados labios mayores y el par más interno labios menores, equivalentes y del mismo origen embrionario que el escroto masculino.

 

 

 

Los labios mayores, están formados por dos estructuras salientes alargadas que se extienden a ambos lados de la vulva, desde el monte de Venus, rodean luego la terminación inferior de la vagina y se fusionan entre sí. Miden aproximadamente 7-8 cm de largo, 2-3 cm de ancho y entre 1 y 1,5 cm de espesor. La superficie externa es rugosa y, luego de la pubertad, cubierta por vello púbico, mientras que la superficie interna es lisa y en continuidad con los labios menores. La piel es semejante al resto de la piel humana, constituida por tejido cutáneoglándulas sebáceas y sudoríparasfolículos pilosos y tejido adiposo. El ligamento redondo del útero termina en el tejido adiposo y piel de la parte anterior del labio.

Los labios menores, también llamados Ninfa, se encuentran por dentro de los labios mayores, se extienden desde el capuchón del clítoris, formando un prepucio, y se extienden hasta rodear el orificio de la uretra, la vagina y terminar en la llamada horquilla perineal, a pocos centímetros del ano. El revestimiento de los labios menores es distinto al de los labios mayores, es un membrana mucosa que está ricamente inervada e irrigada, por lo que son más sensibles, de color más rosado y no tienen glándulas sudoríparas ni folículos pilosos.

La coloración, el tamaño y la apariencia general de los labios varía extensamente entre una mujer y la otra. En algunas mujeres, los labios menores están prácticamente ausentes, mientras que en otras pueden ser carnosas y protuberantes. A menudo son asimétricas. Durante la estimulación sexual, los labios se llenan de sangre, típicamente hinchándose y oscureciendose o enrojeciendose.


 



Clítoris. El clítoris es el órgano eréctil que se encuentra en la parte superior de la vulva de la mujer. Etimológicamente clítoris en latín significa Llave.

Está unido a los labios menores y recubierto parcialmente por éstos. De hecho, habitualmente son sólo visibles el capuchón y el glande del clítoris, que se hallan en la parte superior de los labios menores, y que forman apenas una décima parte del volumen total del clítoris.

Cuando las células de la cara interna del prepucio del clítoris se descaman y hacen la degeneración grasa que les caracteriza, forman el esmegma, como en el caso masculino. La higiene habitual impide que éste se acumule. Si lo hiciera, produciría irritaciones y adherencias, como sucede, de hecho, en los casos de fimosis del clítoris.

En él se concentran los nervios que producen placer sexual en la mujer. En efecto, este órgano no tiene otra función conocida hasta el momento que la de causar placer de tipo sexual a la mujer, por lo que en algunas sociedades del continente africano se practica la mutilación sexual de las mujeres: la ablación de clítoris consiste en su mutilación antes de que las jóvenes lleguen a la menarquia para tratar de impedir que conozcan el placer sexual.
El clítoris en toda su longitud puede llegar a tener un tamaño de 10 a 13 cm, mientras que el glande clitoriano mide entre 3 y 4 mm de ancho y 4 y 5 mm de largo (en estado de reposo) mientras en erección puede alcanzar los 1 a 1.5 cm de longitud en la mujer promedio. La parte visible del clítoris es el glande y es extremadamente sensible a la estimulación directa en la mayoría de mujeres, prefiriendo la estimulación indirecta a través del prepucio o capuchón clitoriano, el glande constituye solo la octava parte de todo el clítoris.




Glándulas Vestibulares mayores. Las glándulas de Bartolino o glándulas vestibulares mayores, son dos glándulas secretoras, diminutas, situadas a cada lado la apertura de la vagina, normalmente no son visibles. En posición horaria, estas glándulas estarían localizadas a las cuatro y a las ocho horas. Secretan una pequeña cantidad de líquido, que ayuda a lubricar los labios vaginales durante la función sexual. Este líquido también contiene feromonas, por lo que su misión todavía está discutida. Sus homólogos en el varón son las glándulas de Cowper.
Las glándulas de Bartholino, reciben su nombre en honor a Caspar Bartholino (
1655-1738), un anatomista holandés que las describió en1677, hijo de Thomas Bartholin. Algunas fuentes atribuyen el nombre erróneamente a su abuelo, el teólogo y anatomista del mismo nombre, Caspar Bartholino (1585 - 1629).
Las glándulas de Bartolino son glándulas secretoras conformadas por epitelio cilíndrico simple, entre medio de estas células, se sitúan células caliciformes productoras de mucus. El conducto excretor, que termina con el orificio vulvar, está revestido por epitelio plano estratificado. Su función e importancia radica en la producción de material mucoide que lubrica a la vagina en momentos de la excitación y penetración sexual.

Riego Sanguíneo. Los labios mayores y menores son regados por las ramas labiales anteriores de las arterias pudendas externas, y por las ramas labiales posteriores de las pudendas internas. Los cuerpos cavernosos del clítoris y sus raíces reciben sangre de las arterias profundas del clítoris. Los bulbos vestibulares y las glándulas vestibulares mayores reciben su riego sanguíneo de la arteria del bulbo vestibular y de la vaginal anterior.

Drenaje linfático. Los vasos linfáticos de los órganos genitales externos drenan en los ganglios inguinales superficiales.

Inervación. Los labios mayores y menores están inervados por el nervio labial anterior (rama del abdominogenital menor) y los nervios labiales posteriores (ramas del pudendo interno). El bulbo vestibular está inervado por el plexo uterovaginal, que se continúa con los nervios cavernosos del clítoris. El clítoris también está inervado por el nervio dorsal del clítoris. Estos nervios incluyen: fibras sensitivas; algunas de ellas conducen impulsos dolorosos y otras se originan en diversos receptores especiales. Fibras autónomas, que inervan los numerosos vasos sanguíneos, y Fibras autónomas que inervan a las distintas glándulas. 

 
 
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